La Paz, 5 de Nov. (Boliviapress).- La Cumbre del Clima de Cancún quedó en el pasado, en México Bolivia se quedó sola y ni un solo país de los asistentes apoyó sus propuestas para enfrentar el cambio climático. Ahora el Gobierno está decidido a hacerse escuchar, así lo hace conocer René Orellana, jefe de la Delegación de Bolivia ante la Cumbre del Clima COP 17, que se realiza en Durban, Sudáfrica.
Orellana explicó que para el país es fundamental conseguir la renovación del Protocolo de Kioto y que se establezcan las reducciones de emisiones de dióxido carbonos necesarios para garantizar que no se superen los 1,5 grados como máximo porque de lo contrario que el impacto sobre el planeta será destructivo.
“Las previsiones hasta ahora son que con la oferta de reducción de gases que han hecho los países desarrollados no vamos a alcanzar ni siquiera los 2 grados y estaremos el 2020 entre 3 y 4 grados y eso es muy peligroso para el planeta, vamos a sufrir graves daños ambientales, hambre, pérdidas económicas productivas, un deterioro sustancial de la seguridad alimentaria y eso no puede ser, tenemos que garantizar compromisos efectivos”, dijo el representante boliviano.
Otra de las preocupaciones de Bolivia es el de la de las fuentes de financiamiento para enfrentar el cambio climático. “se deben garantizar fuentes predecibles y sostenibles para el cambio climático, no queremos tener un fondo de financiamiento sin fondos, y por eso es que se va a proponer la creación del impuesto a las transacciones financieras, que no es una propuesta nueva, ya la está estudiando la Unión Europea”.
Este financiamiento podría proporcionar al fondo entre 200 y 400 mil millones de dólares, muy lejos de lo 100 mil millones de dólares que ofrecen los países desarrollados.
En el tema bosques le preocupa a la delegación boliviana “el enfoque de mercado que se le quiere dar” y la intención de transferir la responsabilidad de la crisis del clima a los países en vías de desarrollo.
“Vamos a ser muy rigurosos con esta observación, no queremos que los mecanismos de mercado resuelvan la crisis climática y no es una observación al mercado per se, es una observación a un tema fundamental que es la responsabilidad de los países desarrollados de hacer reducciones en su casa y no transferirle a nuestros países en bosques.”
Bolivia va a presentar una propuesta para que se un mecanismo vea al bosque no sólo de escenario de absorción de gases, sino como escenario de desarrollo de múltiples actividades relacionadas con la vida, de fortalecimiento de las funciones ambientales de los bosques, el agua, el medioambiente y la biodiversidad.
Sin embargo, como refleja este fin de semana en su editorial el diario "El Colombiano" la situación en la Cumbre del Clima se torna “compleja y peligrosa” porque las potencias, Estados Unidos Unión Europea han dicho que no es posible mantener Kioto si los países emergentes (China, Brasil e India) no se suman a los acuerdos, con carácter vinculante, del Protocolo, que se quiere prorrogar hasta 2020.
En esa Torre de Babel en que se han convertido las cumbres sobre cambio climático, pero en las que nadie habla el idioma de la sostenibilidad ambiental, no dejan de ser campanazos de alerta hechos tan reales como que 2011 fue el año más caliente del Planeta desde 1850, cuando comenzaron las mediciones de la temperatura de la tierra. Y peor: los trece años más cálidos se han producido en los últimos 15 años, desde 1997, según datos divulgados en Durban.
El panorama se hace más desalentador que la falta de voluntad de las grandes potencias. Las emisiones de gases de efecto invernadero alcanzaron cifras récord en 2010, pese a que la demanda de energía por la crisis económica mundial disminuyó. Según la Agencia Internacional de la Energía, el mundo tiene cinco años para limitar el calentamiento global a cifras tolerables. De lo contrario, el exceso de calor ya registrado provocará más inundaciones, ciclones, aludes y sequías.
Fides Virtual
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